Hablemos de las fases lunares

La luna es el cuerpo celeste más cercano a la tierra, su presencia en las noches ha sido siempre un asunto misterioso, mágico y encantador para el ser humano. Su presencia influye en el mar, moviendo las mareas y sin lugar a duda también tiene una fuerte influencia en nuestras vidas.

Este hermoso satélite natural tiene millones de años de existencia. Nos cautiva con su movimiento, recordándonos que la vida es un ciclo y que todo lo que termina vuelve a empezar, que todo lo que muere vuelve a vivir. Tiene un poder hipnótico sobre nosotros, nos causa integra sus formas, cráteres y sombras. ¿Qué hay del otro lado?, La luna esta llena de misterios que la relacionan con un mundo mágico y la energía que emana la hace perfecta para acompañar nuestros rituales.

La brujería tiene una relación muy estrecha con la luna pues muchas de las reuniones y ritos se realizaban en noches de luna llena en donde la veranaban como La Gran Madre. La luna nos inspira, nos recuerda que siempre en la oscuridad hay una luz iluminándonos.

La luna ilumina nuestra oscuridad y cuando logramos conectar con ella estamos conectando también con nuestros ancestros, con una espiritualidad primitiva que nos guiaba desde el movimiento de sus ciclos lunares.

Las fases de la luna son un evento mágico que tenemos cada mes y que podemos aprovechar para conectarnos con nuestro interior. Poseemos la oportunidad de hacer un borrón y cuenta nueva para comenzar desde cero con cada nuevo ciclo lunar. Conocer sus fases nos ayuda a potenciar nuestra magia, acceder a cada una de sus energías nos permite focalizar e incrementar nuestras intenciones.

Luna Nueva:

Esta luna es una oportunidad, se produce cuando se ubica entre el sol y la tierra y no logramos verla. Marca el inicio de un nuevo ciclo energético. Es el momento para explorar nuestros rincones más oscuros, es un momento ideal para centrar nuestras intenciones en lo que esta a punto de comenzar.

Esta fase lunar es ideal para sembrar semillas y comenzar un huerto mágico, es perfecta para fijarnos metas u objetivos. Pero como todo siempre es dual, también es un momento para soltar, dejar ir y despedir todo lo que no nos sirve para nada, alejar energías negativas.

Esta fase es ideal para realizar ritos de manifestación de intenciones (amor, abundancia, salud, creatividad, etc.) También algunas corrientes la utilizan para meditar, incrementar el poder psíquico de la adivinación.

Luna Creciente:

Es la fase entre luna nueva y luna llena. Es un momento propicio para detenernos y evaluar si estamos haciendo las cosas como deseamos. También es un buen momento para aprovechar la energía y probar cosas nuevas, ya sea asuntos personales o en tu magia.

La energía esta en desarrollo, las semillas comienzan a crecer, toma el impulso que te entrega para crecer y expandirte.

Esta fase es ideal para realizar rituales de cuidado, amor propio, crecimiento y desarrollo de proyectos.

Luna Llena

Es la fase que más nos llama la atención pues la vemos completamente iluminada, imponente en la oscuridad. Es el día más energético y poderoso del mes. Intensifica todo lo que nos rodea por lo que no es el momento más adecuado para ir por cosas nuevas. Recuerda que la energía de la luna llena dependerá del signo astrológico en el que se encuentra, pero su poder siempre es inmenso.

Este es el momento de ver como avanzamos, si estamos trabajando por lograr los objetivos que nos propusimos al inicio del mes, evaluar los procesos que estamos viviendo. La luna llena también nos potencia las habilidades psíquicas, nos ayuda a percibir con mayor intensidad. Es el momento para utilizar la magia en rituales de amor, prosperidad y sanación.

Aprovecha de la luz de esta fase para llenarte de energía, puedes conectar tomándote unos minutos para contemplarla y recibir su luz, reconoce tus logros y agradece lo que has conseguido. También puedes cargar tus cristales y hacer agua de luna.

Esta fase es ideal para realizar ritos de abundancia y riqueza, para potenciar nuestra magia pues su energía nos ayuda a amplificar propósitos. También nos sirve para protegernos de influencias indeseables, magia de protección y adivinación.

Luna Menguante:

Esta fase nos invita a soltar todo aquello que ya no queremos en nuestras vidas, a eso que nos aferramos sin razón y ya es solo una carga. La luna menguante nos pide que dejemos todo lo innecesario. Es el momento de emprender un nuevo camino dejando lo toxico, lo negativo y aquello que nos hace daño, mientras soltamos la luz va perdiendo intensidad.

Intenta deshacerte de todo lo que no te sirve, aligerar la carga que llevamos para caminar hacia una luna nueva con más libertad. Si sientes que no tienes nada que soltar dedícate a descubrir cuáles son las cosas que pueden estar afectando a tu felicidad pues este es un momento de crecimiento y para recuperar todo nuestro poder.

La energía está en descenso, aprovéchala para reflexionar, mirar hacia dentro, ajustar tu brújula. Nutre tus raíces para enfrentar un nuevo comienzo.

Esta fase es ideal para realizar ritos que busquen soltar, disminuir o eliminar cosas negativas.

Las fases de la luna son una hermosa oportunidad para conocer nuestra magia. Conectarnos con los ciclos lunares nos ayuda a conectar con nuestros propios ciclos corporales, incluso podemos llegar a sincronizarnos con su energía. Obsérvala, hónrala y notarás hermosos cambios en tu vida y forma de comprender la energía.

Fuentes:

Cunningham Scott, ¿Qué es la Wicca?

Herstik Gabriela, Cómo ser una bruja moderna.

Suarez Julieta, Vibra Alto.